Una marca confiable no se construye de la noche a la mañana
David Somoza Mosquera
El posicionamiento de una marca se define como el lugar que ocupa en la mente del consumidor con respecto a su competencia. Pero ese lugar no es un asunto exclusivamente físico, va más allá de la colocación de la marca, se construye sobre la base de la confianza y la fidelidad de los clientes. Y eso toma su tiempo.
Si bien las empresas hacen uso de la publicidad para promover sus marcas y productos, al final es el consumidor quien tiene la última palabra al comprarlos o no. En esta toma de decisión interviene la confianza que la empresa y su marca generan en el cliente.
La credibilidad, sin embargo, no es algo que se conquista de la noche a la mañana, es fruto de un trabajo arduo y continuo, capaz de probar las cualidades y los valores de la empresa y de su marca. Es cuando el cliente ha podido comprobar la calidad y ventajas del producto o servicio que se le ofrece.
Una vez ganada la confianza de los consumidores, la empresa debe mantener esa relación en la que el cliente debe tener la certeza de que recibe un tratamiento de reciprocidad con la compañía.
De manera que una marca confiable es garantía de permanencia en el mercado y de preferencia y lealtad del consumidor, el cual al estar satisfecho actuará como embajador promocionando las bondades y ventajas del producto o servicio.
Así que una empresa que desee permanecer en el tiempo debe tener una perspectiva holística, que consiste en visualizar todo lo que sucede en el mercado para captar la atención y fidelidad del consumidor hacia la marca.
Además, para que la marca sea confiable es muy importante la originalidad y la diferenciación, sumadas a las revisiones internas y del entorno de las estrategias de mercadeo y de los procesos productivos.
Purolomo, cuya su casa matriz es Alimentación Balanceada Alibal, garantiza productos de alta calidad, lo que le ha permitido ganar la preferencia y confianza de los venezolanos. Y en su larga trayectoria empresarial se ha posicionado como una marca confiable.
El objetivo, a fin de cuentas, es llamar la atención para crear una relación de credibilidad, en la que extraños se conviertan en seguidores y, finalmente, en clientes. Porque, en definitiva, la credibilidad de la marca es lo que hace que la gente confíe en la compañía.
Por lo tanto, las empresas deben entender cómo construir esa credibilidad, atraer y retener a sus clientes y generar una relación duradera para crear defensores de sus marcas. Es una manera, efectiva por cierto, de posicionarse en el mercado.
