Y los consumidores también cambiaron…

David Somoza Mosquera
3 min readOct 9, 2020

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David Somoza Mosquera

Fotografía: Google

El mundo cambió por la pandemia. Eso no está en discusión. Los hábitos y comportamientos de los consumidores también. Y lo hizo paulatinamente, según se fue desarrollando la emergencia sanitaria. Seguramente, antes de la contingencia eran muy pocos los hogares donde había tapabocas. Ahora, es muy probable que falten en muy pocos.

Otro ejemplo es lo que ocurrió en países, como los latinoamericanos, donde el servicio de delivery no estaba muy extendido. Y, en mayor o menor medida, esta modalidad se ha ido consolidando.

Estas situaciones sirven para ilustrar como el coronavirus hizo que la gente cambiara sus rutinas para evitar contagiarse, lo cual ha significado experimentar una nueva manera de vivir. En España, al conocerse el primer caso de contagio, se incrementaron las compras sobre todo de alimentos no perecederos, artículos de limpieza, especialmente los de desinfección e higiene personal.

Esta realidad, si se hace un estudio global en Europa, seguramente no será diferente en el resto de los países. Los intereses y las expextaivas de las personas, a partir del 30 de enero de este año, cuando la Organización Mundial de la Salud declaró la epidemia de COVID-19 una emergencia de salud pública de preocupación internacional el 30 de enero, viraron hacia otra parte.

El confinamiento total que se implementó en la mayoría de las naciones, dejando solo parcial movilidad para las industrias esenciales, hizo que las prioridades del consumidor cambiaran.

Si bien poco a poco se ha ido retomando un ritmo de “normalidad”, los intereses no han cambiado mucho. Ciertamente, los consumidores nunca dejaron de ir al supermercado, pero lo que actualmente incluye en su carrito de compras no es lo mismo que a principios de enero. Se agrandó con más productos de limpieza, que no se dañan a corto plaza y con aquellos que ayuden a evitar los contagios.

La salud también se cuida de otra forma. Estudios demuestran que las pólizas de seguros médicos han crecido en este lapso. Bien sea porque quienes no tenían adquirieron una, o porque aquellos que ya poseían el instrumento lo mejoraron. La incertidumbre sobre qué puede suceder en caso de contraer coronavirus ha sido la principal preocupación.

Además, estos tiempos han servido de caldo de cultivo para el surgimiento de emprendimientos. Muchas personas han perdido su empleo por la crisis que alcanzó a las economías y las empresas, lamentablemente, no pudieron lidiar con lo que significó la cuarentena y cerraron sus puertas. Esto impulsó a que las personas se preocuparan por ver cómo podían sacarle beneficio a la crisis.

Igualmente, el sector de alimentos y de distribución se ha ido consolidando más durante esta contingencia. En casa, con una pequeña inversión, la gente elaboró comida, cosió ropa y luego la llevó hasta los hogares de los clientes, con la promesa de mantener todas las medidas para no contagiarlos. Aquellos que recibían los productos, minimizaban el riesgo, al mantenerse en su casa.

Ya se ha dicho que la normalidad como la conocíamos va a tardar en llegar. En tanto, lo que se espera que las personas potencien su interés por mantenerse sano, con hábitos saludables, aprendidos en confinamiento.

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David Somoza Mosquera

Empresario con más de 30 años de experiencia en el sector productivo venezolano #Purolomo #Alibal